lunes, 29 de julio de 2013

domingo, 28 de julio de 2013

Cosas de pianos


Y más adelante multinstrumentada y videomontada.

sábado, 27 de julio de 2013

Estebe, Naima, Aixa y Unai


Espero que no me maten.

viernes, 26 de julio de 2013

miércoles, 24 de julio de 2013

Steel Drum Rhumba


Próximamente: covers de Piano de DKC2.

miércoles, 17 de julio de 2013

lunes, 8 de julio de 2013

domingo, 7 de julio de 2013

Lógica de la Esfinge

- La respuesta es “El Hombre” -dijo la Esfinge-. Y ahora te ruego que no opongas resistencia, ¿de acuerdo? La agitación y el nerviosismo hacen que la sangre se sature de sustancias químicas que saben a rayos.
Teppic saltó hacia atrás con el tiempo justo de esquivar el zarpazo que pretendía partirle en dos.
- Espera, espera -dijo Teppic-. ¿Qué quieres decir con eso de “El Hombre”?

- Es muy sencillo -replicó la Esfinge-. El bebé gatea por la mañana, se sostiene sobre dos piernas al mediodía y al atardecer el anciano camina apoyándose en un bastón. Astuto, ¿verdad?
Teppic se mordió el labio inferior.
- Oye, ¿estás segura de que hablamos de un día? -preguntó con voz dubitativa.
El silencio que siguió a sus palabras resultó tan largo como embarazoso.
- Es un… ¿Cómo se llama eso? Ah, sí, una figura retórica -dijo por fin la Esfinge en un tono bastante irritado, y la lanzó otro zarpazo.
- No, no, espera un momento -dijo Teppic después de esquivarlo-. Me gustaría que fuéramos lo más claros posible con respecto a este asunto, ¿de acuerdo? Quiero decir que… Bueno, es lo justo, ¿no te parece?

- Al acertijo no le pasa nada malo -dijo la Esfinge-. Es un acertijo condenadamente bueno, ¿entendido? Llevo usando ese acertijo desde hace cincuenta años, y me ha funcionado tanto de esfinge como de cachorrita…- Pensó en lo que acababa de decir-. Perdón, de polluela- se corrigió.
- Oh, sí, es un acertijo magnífico- dijo Teppic intentando calmarla-. Es muy profundo y muy... eh... conmovedor. Toda la condición humana resumida en unas cuantas palabras. Pero tienes que admitir que todo eso que has dicho no le ocurre a un individuo en un solo día, ¿verdad?
-Bueno... No- admitió la Esfinge-. Pero creo que eso resulta evidente con solo fijarse un poquito en el contexto, ¿verdad? Todos los acertijos contienen un elemento de analogía dramática- añadió.
A juzgar por su expresión había oído aquella frase hacía mucho tiempo y estaba claro que le había gustado, aunque no lo suficiente como para impedirle utilizar como cena a quien la había pronunciado.

- Sí, pero… -Tepicc se acuclilló delante de la Esfinge y alisó una pequeña extensión de arena con la mano-. En fin, lo que yo me pregunto es si la metáfora posee consistencia interna o no. Supongamos que el promedio de vida es de setenta años, ¿de acuerdo?

- De acuerdo -dijo la Esfinge en el tono inseguro de alguien que ha dejado entrar a un vendedor ambulante y empieza a contemplar y lamentar la perspectiva inexorable de un futuro en el que acabará suscribiendo un seguro de vida.

- De acuerdo. Bien, veamos… Así pues, el mediodía llegaría sobre los treinta y cinco años, ¿verdad? Bueno, si consideramos que casi todos los bebés dan sus primeros pasos al cumplir el año, la referencia a las cuatro patas me parece realmente muy poco adecuada, ¿no? Según tu analogía… -Hizo unos cuantos cálculos con un fémur que el destino había tenido la amabilidad de poner a su lado-. Si empezamos a contar partiendo de las cero horas ese hombre metafórico de tu acertijo sólo pasaría unos diez minutos a cuatro patas… media hora como mucho. ¿Tengo razón o no tengo razón? Vamos, sé justa y admítelo.
-Bueno...- murmuró la Esfinge.
-Y si seguimos con los cálculos a las seis de la tarde no usarías bastón porque solo tendrías... eh... cincuenta y dos años- dijo Teppic garabateando furiosamente en la arena-. De hecho ni tan siquiera pensarías en ningún tipo de ayuda locomotriz hasta... hasta las nueve y media por lo menos. Eso suponiendo que toda la vida de ese hombre metafórico del que estamos hablando se desarrollara en un día, y creo que ya he dejado bien claro lo ridícula que resulta semejante presuposición. Lo siento. A primera vista todo parece estar bien, pero... Me temo que no funciona.
- Bueno- dijo la Esfinge, ahora con bastante más irritación que antes-, pues me parece que no puedo hacer nada al respecto. No tengo ningún otro acertijo que plantearte. Nunca había necesitado un acertijo de reserva.
- Basta con que lo alteres un poquito.
-¿Qué quieres decir?
-Haz que sea un poquito más realista.
- Hmmm.- La Esfinge se aliso la melena con una zarpa-. De acuerdo- dijo por fin, aunque no parecía muy convencida-. Supongo que podría preguntar qué es lo que camina a cuatro patas...
-Metafóricamente hablando- dijo Teppic.
-A cuatro patas metafóricamente hablando- dijo la Esfinge-, durante unos...
- Creo que hemos quedado de acuerdo en que eran unos veinte minutos, ¿no?
- ... de acuerdo, perfecto, veinte minutos por la mañana sobre dos piernas...
- Pero creo que usar las palabras "por la mañana" es pasarse un poco- dijo Teppic-. Ha pasado muy poco desde la medianoche. Quiero decir que técnicamente es la mañana, de acuerdo, pero en un sentido muy real todavía sigue siendo anoche. ¿Qué opinas?
La Esfinge le contempló con algo muy parecido al pánico. Sus ojos estaban empezando a vidriarse.
- ¿Qué opinas tú?- logró preguntar por fin.
- Veamos qué tenemos hasta el momento, ¿de acuerdo? Metafóricamente hablando, ¿qué es lo que camina a cuatro patas justo después de la medianoche, sosteniéndose sobre dos piernas durante la mayor parte del día…?

- …siempre que no sufra ningún accidente, claro -dijo la Esfinge, impulsada por un deseo francamente patético de demostrar que ella también estaba contribuyendo.
-Sí, muy bien, sosteniéndose sobre dos piernas siempre que no sufra ningún accidente y sigue así por lo menos hasta la hora de la cena, momento en el que camina con tres piernas…

- He conocido a personas que usaban dos bastones -dijo la Esfinge, cada vez más deseosa de ayudar.

- De acuerdo. A ver qué te parece esto… Momento en el que sigue caminando sobre dos piernas o con la ayuda de cualquier dispositivo prostético de su elección.
La Esfinge se lo pensó.
- S-sssí -dijo por fin con mucha seriedad-. Eso parece cubrir todas las eventualidades posibles, ¿no?

- ¿Y bien? -preguntó Teppic.

- ¿Y bien qué? -replicó la Esfinge.

- Bueno, ¿cuál es la respuesta?
La Esfinge le observó con expresión entre pétrea e impasible, y acabó enseñándole los colmillos.
- Oh, no -dijo-. No creas que vas a pillarme tan fácilmente, muchacho. ¿Crees que soy estúpida? Eres tú quien debe darme la respuesta.

- Oh, vaya -dijo Teppic.

- Creías que ya habías conseguido hacerme caer en la trampa, ¿eh? -dijo la Esfinge.

- Lo siento.

- Creías que podrías confundirme con toda esa palabrería tuya, ¿verdad?
La Esfinge sonrió.
- Bueno, tenía que intentarlo -dijo Teppic.

- No puedo culparte. Bien, ¿cuál es la respuesta?
Teppic se rascó la nariz.
- No tengo ni idea -dijo-. A menos que… y es un auténtico disparo a ciegas, entiéndelo, a menos que sea… ¿El Hombre?
La Esfinge le contempló en silencio durante unos momentos que parecieron hacerse eternos.

- Oye, no habrás estado por aquí antes, ¿verdad?

jueves, 4 de julio de 2013

lunes, 1 de julio de 2013